CÓMO LIMPIAR RUEDAS Y LLANTAS DE ALUMINIO CON VIKING SPIT

Las opciones de acabado de aluminio incluyen: aluminio sin recubrimiento, con recubrimiento transparente, pintado, recubierto en polvo y anodizado. El aluminio sin recubrimiento tiende a oxidarse, por lo que la mayoría de las ruedas de aluminio tienen un recubrimiento protector para prevenir la formación de óxido de aluminio.

El polvo de frenos está compuesto de fibras de carbono que se desprenden de las pastillas de freno, así como de pequeñas virutas de metal del rotor, que pueden dañar la superficie de tus ruedas. Puedes evitar esto y mantener tus ruedas de aluminio en buen estado con una limpieza frecuente.

Los detallistas a menudo recurren a limpiadores comerciales de ruedas cuando buscan restaurar ruedas de aluminio con recubrimiento transparente. Estos suelen utilizar una mezcla de ácidos, productos químicos a base de amoníaco, solventes y agua. Los ácidos en los limpiadores de ruedas pueden disolver el polvo de frenos y la suciedad de la carretera, pero también pueden dañar los recubrimientos transparentes, acabados en polvo y acabados pintados. Además, estos productos químicos pueden causar irritación en la piel y los ojos, y pueden ser extremadamente perjudiciales si se inhalan o ingieren.

Viking Spit limpia llantas y ruedas eliminando el polvo de frenos, la suciedad de la carretera, residuos de alquitrán y más, sin eliminar el recubrimiento protector.

Se recomienda lavar las ruedas con jabón y agua genéricos cada vez que laves tu coche. Debes limpiarlas a fondo aproximadamente una vez cada dos meses, o con más frecuencia si las ves especialmente sucias.

Instrucciones para limpiar ruedas de aluminio:

• Limpia las ruedas cuando estén frías. Solo limpia las ruedas cuando estén frías para evitar deformar los rotores, discos de freno y más.
• Limpia tus ruedas primero. Tus ruedas suelen ser la parte más sucia de tu coche, por lo que lavarlas primero evitará que salpiques suciedad en un coche limpio.
• Humedece una rueda. Moja la primera rueda con una manguera para eliminar la suciedad suelta y el polvo de frenos de las grietas.
• Aplica el limpiador en una rueda. Rocía a fondo Viking Spit en la primera rueda.
• Frota la rueda. Usa un cepillo de cerdas suaves, una esponja o un cepillo para ruedas para frotar las esquinas y grietas de tus ruedas. Asegúrate de mantener toda el área cubierta con agua para que la rueda no se raye y asegúrate de que el Viking Spit no se seque en la superficie. Métete entre los radios y frota el tambor, y usa un cepillo para las tuercas para limpiar dentro y alrededor de los agujeros de las tuercas, donde tiende a acumularse el polvo de frenos.
• Enjuaga. Enjuaga con agua limpia.
• Repite para las otras 3 ruedas.
• Lava el resto de tu coche. Para instrucciones específicas sobre cómo hacerlo, haz clic aquí.
• Seca tu coche, incluidas las ruedas. Usa una toalla de microfibra limpia para eliminar cualquier residuo y secar tus ruedas de aluminio, dejándolas con un brillo limpio y sin rayas, sin manchas de agua.
• Aplica pulimento y cera. Si pulimentas tus ruedas de aluminio con un recubrimiento transparente y luego aplicas cera, puedes mantener el aspecto como nuevo que acabas de lograr. Asegúrate de seguir las instrucciones que aparecen en los productos.